La próxima luna llena del 19 de marzo será la mayor en 18 años; existen posibilidades de que detone terremotos, erupciones volcánicas, u otros fenómenos meteorológicos. Pero en todo caso esta garantizada la estética nocturna de esta próxima súper luna
Este próximo 19 marzo la luna llena será la más grande desde 1992 pues se encontrará a solo 221,567 millas de distancia. Pero más allá de la garantía de un espectáculo repleto de estética nocturna, se ha comenzado especular sobre cuales serán los efectos que esta “súper luna” tendrá sobre los campos electromagnético y gravitacional de nuestro planeta.
Dentro de los múltiples efectos que el comportamiento de la luna puede generar en la Tierra, existen varios que han sido científicamente comprobados, como es el caso de la influencia lunar sobre las mareas, así como sobre distintas variables climatológicas. Sin embargo, hay diversas versiones que aseguran que los patrones de la luna también pueden desdoblarse en la presencia de tormentas, erupciones volcánicas y terremotos.
Ante la llegada de este particular ciclo lunar hay quienes le han atribuido algún tipo de injerencia en el reciente sismo, y eventual tsunami, que azotó Japón. Y también existen versiones, un tanto fatalistas, que aseguran que la super luna del 19 de marzo podría detonar “caos y desastre” en el campo gravitacional de la Tierra lo cual, además de provocar disturbios climatológicos incluso podría afectar las redes de telecomunicación y otras estructuras operativas en el planeta.
El astrólogo Richard Noelle dio el nombre de “súper luna” cuando esta, ya sea en su fase nueva o llena, esta al menos un 90% cercana a su perigeo con la Tierra, y curiosamente el nombre luego fue retomado por los astrónomos. Por otro lado, cuando la luna se encuentra 100% cercana a su perigeo (la distancia que le separa de la Tierra) se ha adoptado el nombre de “súper luna extrema”. Y de acuerdo a este criterio esta próxima luna llena de marzo 19 cumple con los requisitos para ser considerada como tal.
Desde hace un par de semana varios teóricos new age advirtieron que la gigantesca luna llena de marzo 19 provocaría fuertes sismos, tormentas, y patrones climatológicos poco comunes. Y obviamente luego del terremoto de 9.0 grados que experimentó Japón hace pocos días, muchos han querido sintonizar este fenómeno con la gestación de la “súper luna extrema” aunque, obviamente, también han salido al ataque de esta hipótesis diversos hombres de ciencia.
Las últimas súper lunas se han registrado en 1955, 1974, 1992, y 2005, todos ellos años en los que curiosamente se registraron disturbios naturales y condiciones climatológicas extremas. De acuerdo al bloger Mark Paquette de AcuuWeather, uno de los sitios más confiables de información sobre el clima, no se puede descartar, aunque tampoco afirmar, que realmente exista una coincidencia directa entre las súper lunas y los disturbios climatológicos. Sin embargo, tampoco podemos ignorar el hecho de que la última de estas lunas ocurrió en enero 10 de 2005, justo al instante en que se registró el sismo, también de 9.0 grados, que azotó a Indonesia (aunque en ese caso la súper luna se encontraba en fase nueva y no llena como ocurrirá el 19 de marzo).
Tal vez la mejor alternativa ante el incierto escenario sea mantener una postura moderadamente escéptica, pero hacia cualquiera de las dos posibilidades, y estar atentos a lo que pueda ocurrir en un rango de 6 días, tres antes y tres después, de la súper luna llena del 19 de marzo. Y una vez aceptada esta clara bifurcación de probabilidades, la siguiente recomendación, y tal vez la más sabia, sea disponernos a gozar, más allá de los efectos que conlleve, un espectáculo de estética nocturna que seguramente será tan inspirador como memorable.
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