Si ya este domingo las declaraciones -matizadas después- del secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, en las criticaba el ataque aliado porque 'se desvía' de su objetivo, levantaron las dudas sobre la legitimidad del ataque aliado en Libia, hoy lunes sonItalia y Noruega las que, por otros motivos, cuestionan su apoyo a la operación 'Amanecer de Odisea'.
Ni la Unión Europea ni la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) parecen ponerse de acuerdo sobre si es preciso proseguir con "ataques selectivos" para frenar la represión contra los civiles en Libia, ni en qué papel exacto debería corresponder a la Alianza Atlántica.
La OTAN intenta resolver las diferencias
Los embajadores de la OTAN se reunieron hoy para tratar de resolver diferencias sobre su posible implicación. Después de semanas de deliberaciones, los embajadores aprobaron el domingo un plan de operaciones para que la OTAN ayude a aplicar un embargo de armas de la ONU contra Libia, pero aún tienen que ponerse de acuerdo para implementarlo o finalizar los planes para un papel de la alianza en la zona de exclusión aérea.
Francia, que lanzó los primeros ataques aéreos, se ha mostrado en contra de una implicación de la OTAN, mientras que Turquía se ha opuesto a cualquier intervención en el país del norte de África.
El lunes, el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, dijo que Turquía quería que se cumplieran varias condiciones para un papel de la OTAN: quería que la operación militar concluyera tan pronto como fuera posible, a fin de que los libios puedan trazar su propio futuro y evitar finalizarla con una ocupación.
Mientras, varios diplomáticos dicen que Francia se opone a la implicación de la OTAN porque la reputación de la Alianza se ha visto dañada en el mundo árabe por la guerra en Afganistán, y porque se considera que está dominada por Estados Unidos. Asimismo, funcionarios de defensa franceses creen que poner a la OTAN a cargo de la operación haría imposible obtener el respaldo de la Liga Árabe para la intervención.
Italia
Roma ha afirmado que podría recuperar el control de las bases aéreas que ha cedido a los aliados para sus operaciones si la OTAN no acuerda una estructura de coordinación para la misión.
"Si hay una multiplicación de mandos, lo que podría ser un error en sí mismo, tendríamos que buscar una manera de que Italia recupere el control de sus propias estructuras de mando", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Franco Frattini a los periodistas durante una reunión en Bruselas. El ministro añadió que "habría que buscar una solución operativa para asegurarnos que la acción de otros no tenga repercusiones contra nosotros".
El pasado viernes, cuando Francia Y Reino Unido comenzaron a preparar sus aviones, Italia informó de que excluía, por el momento, que aviones italianos puedan participar para garantizar la zona de exclusión aérea, dadas la situación de Italia como antigua metrópoli de Libia, país con el que firmó en 2008 un Tratado de Amistad.
Por su parte, Noruega, país miembro de la OTAN, que fue uno de los primeros países en anunciar que participará en la operación militar, ha dicho este lunes que no participará en ataques a Libia hasta que no se aclare su misión. La ministra de Defensa noruega, Grete Faremo, afirmó que los aviones de su Ejército -Seis cazabombarderos del tipo F-16- no participarán todavía activamente en las acciones militares.
Francia reconoce descoordinación
Por su parte, las autoridades francesas, impulsoras del ataque, han admitido que la cooperación en el seno de la coalición que aplica la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia aún no está "integrada".
El portavoz adjunto del Ministerio de Defensa francés, el general de brigada Philippe Pontiès, declaró que la coordinación de las operaciones es un asunto "extraordinariamente complejo" pero que sí existe ya "a nivel de ministerios de Defensa" de los países que intervienen.
"Por el momento las operaciones se desarrollan conforme a la resolución" de la ONU y es "evidente que el mando integrado facilitaría los intercambios; hoy de momento esta coordinación que hay funciona, aunque la integración haría los intercambios más fluidos", añadió el portavoz.
"Estamos en una operación querida por las Naciones Unidas, aplicada por una coalición 'ad hoc' a la que la OTAN podría eventualmente dar su apoyo", agregó. "Su papel sería en un perímetro de apoyo", indicó el portavoz, que hizo un resumen a la prensa de las últimas operaciones protagonizadas por las fuerzas francesas que participan en la operación.
Declaraciones contradictorias
Además, a lo largo del día se han sucedido otras declaraciones contradictorias. El francés Alain Juppé ha descartado que la OTAN coordine la intervención militar en Libia porque considera necesario "tener en cuenta la opinión de los países árabes". Sin embargo, el primer ministro británico, David Cameron, mantiene justo la opinión contraria y se ha mostrado a favor de que sea la OTAN quien lleve el mando de la misión militar.
Los ministros de Asuntos Exteriores del bloque europeo se han reunido hoy en Bruselas con la intención de aclarar esta fórmula, acuñada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuando hace diez días, en una cumbre europea en Bruselas, tomaba la delantera y subrayaba la disposición francesa a realizar "ataques selectivos de carácter defensivo" en Libia.
Y ese es, precisamente, uno de los núcleos centrales del debate actual en la UE, donde comienzan a sonar acordes no tan afinadosen cuanto a la "necesidad" de un ataque contra Libia, sea con las bombas guiadas por láser de los aparatos europeos o con los misiles Tomahawk estadounidenses.
Tras el encuentro de Exteriores en Bruselas, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha defendido "la determinación de la UE para actuar rápido", rechazando divisiones por el rechazo de Alemania a participar en la intervención militar, una decisión "soberana" de cada país.
España
La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, subrayaba que la acción militar de la coalición internacional en Libiacumple estrictamente con la resolución 1973 de Naciones Unidas para proteger a los civiles.
"La resolución dice expresamente que se puedan utilizar otro tipo de recursos para mantener la protección de la población. Lo único que se excluye es que haya una fuerza de ocupación terrestre. Es lo único que excluye expresamente la resolución", comentaba.
Por otra parte, ante la división occidental entre quienes desean que sea una gran coalición (más amplia todavía que la actual) la que lleve a cabo las operaciones y quienes prefieren que sea la OTAN quien asuma esa tarea, España, dijo la ministra, apuesta por la coalición.