Siento indignación e incredulidad ante la pasividad de la sociedad.
Durante los dos últimos años, el Gobierno de España ha:
* Recortado a todos un 21% de media de nuestra futura pensión,
* Recortado la financiación a proyectos de I+D y recortando en Educación, cuando estas dos tareas deberían ser la apuesta segura para un mejor empleo y una sociedad más crítica y capaz.
* Recortado más del 5% de media el sueldo a todos los trabajadores públicos (ya sean funcionarios o temporales, que ésto parece que no se sabe) durante 2010, y un porcentaje aún más alto durante 2011, otro dato que tampoco es muy conocido. Con casi cinco millones de desempleados en el país, ¿quienes esperan que reactiven el consumo?
* Recortado brutalmente la oferta de nuevos puestos de empleo público, incluso llegando a denunciar ante los tribunales a algunas Comunidades Autónomas por convocar demasiadas plazas de profesores de secundaria que a buen seguro eran necesarias para cubrir jubilaciones. Repito lo anterior: ¿esperan que los parados se lancen a comprar?
* Recortado 8 millones de euros de planes de ayuda social.
* Recortado 300 millones de euros a la ayuda exterior, dejando a dos velas a los programas de prevención del Sida, la Malaria y la Tuberculosis entre otros.
* Recortado las primas a las energías renovables (más info, aquí).
* Reformado la justicia de manera que beneficia a los ricos, tras pedir explícitamente a la Justicia que no investigue presuntos delitos imputados a Emilio Botín, el banquero más rico del país.
Y sin embargo, parece que existiesen dos universos económicos paralelos, porque esta última semana nos enterábamos de que:
El año próximo los partidos políticos recibirán un 33,3% más de subvenciones, para poder financiar los actos de propaganda y organización relativos a las elecciones del 22M.
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